Muchas veces viendo en forma esquemática algo, somos capaces de visualizar ciertos conceptos que capaz no teníamos tan claros.

En este esquema lo que trataré de explicarte es como se sale de la cárcel de la obesidad, cárcel en la que uno mismo se introdujo y de la cual será uno mismo, con ayuda profesional, que se logrará salir.

Frente a la aparición del síntoma que en obesidad es el aumento de peso, lo primero que surge es, tengo que bajar de peso. Que es lo que hago? Lo mismo de siempre, dietar. Cuando se me explica que bajar de peso lo primordial es hacer actividad física, reducir el tamaño de la porción, mejorar la calidad de lo que como, etc, etc, la respuesta es siempre la misma. No tengo tiempo, se me dificulta, me cuesta, etc, etc. Qué son básicamente todas estas respuestas? Excusas. Por lo tanto, quiero bajar de peso, haciendo lo mismo de siempre y poniéndome excusas sistemáticamente. En pocas palabras, no estoy dispuesto a pagar el precio.

Cuál sería el abordaje correcto? Frente a la aparición del síntoma, aumento de kilos, lo primero que tengo que entender es que el adelgazamiento no debe ser un fin en sí mismo. El adelgazamiento es un medio para iniciar un verdadero proceso de recuperación. Un proceso de cambio real que demandará un cambio en el orden de prioridades del paciente. Que en lugar de hacer lo mismo de siempre, voy a tener que cambiar. Y el cambio más grande es dejar de hacer dieta y comenzar un verdadero tratamiento. Tendré que dejar de ponerme excusas y trabajar en la aceptación. Aceptar que lo que tengo no es un simple tema de kilos sino una enfermedad crónica llamada obesidad, y aceptar el tratamiento que se me indique sin cambiarle ni un punto ni una coma. Y finalmente, estar dispuesto a hacer todo lo que sea necesario, todo, entendiendo que un adelgazamiento vale la pena, pero no hay valor sin pena. No hay bienestar sin un sacrificio importante por detrás.

Por lo tanto, de la cárcel de la obesidad se sale con mucho trabajo, esfuerzo y dedicación. Se sale con humildad, aceptación y continuidad. Se sale queriendo salir, sin excusas ni justificaciones. Solo con cambios y más cambios.

DR. SERGIO BREITFELD

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